Miami, santuario del terrorismo

: Cubanos-estadounidenses muestran su apoyo a Donald Trump, en Miami.
José Steinsleger (*)

  1. La política de Washington frente a Cuba y América Latina (AL) se dicta en las cerradas cabezas de termo que en Miami degradan la democracia a intereses y negocios, junto con el despiadado bloqueo que ha cumplido 64 años y carece de precedente en la historia de la humanidad.

  2. Una historia que reconoce raíces más profundas. En 1785, dos años antes de la lírica Constitución de EE.UU., el demorrepublicano esclavista Thomas Jefferson (tuvo más de 600 esclavos), esperaba que la población de su país creciera lo suficiente para arrebatar (a España), sus territorios pedazo a pedazo. Y en 1809, el presidente James Madison se dirigió al intrigante político francés Talleyrand para que solicitara a Napoleón la entrega de Cuba junto con Florida oriental y occidental.

  3. Más tarde, cuando el imperialismo moderno vestía pañales y Miami contaba apenas con un año de fundada (1897), el general Nelson Miles (jefe del asalto final a la isla en el marco de la guerra hispano-estadunidense), recibió instrucciones precisas de Washington: “Habrá que extremar el bloqueo contra Cuba para que el hambre y la peste, su constante compañera, diezmen a la población pacífica”.

  4. Luego, 57 años de república neocolonial y mafiosa (1902-59). Y ya con la revolución (1959), Miami en una suerte de capital norteamericana, cohabitada por jubilados gringos, terroristas cubanos, militares golpistas, mercenarios, empresarios apátridas y políticos entreguistas de AL.

  5. En un documento del Departamento de Estado que data de 1960 (desclasificado en 2004), se lee: “Fidel Castro es una amenaza intolerable porque representa un desafío consumado a Estados Unidos, la negación de toda nuestra política hemisférica de siglo y medio”.

6.
La primera gran acción terrorista de EE.UU. en Cuba tuvo lugar durante la fallida invasión militar de Playa Girón (abril de 1961), operación en la que participaron cubanos entrenados en Miami por la CIA. El presidente John Kennedy se lavó las manos, mientras hacía la vista gorda ante los intentos de la CIA y la mafia estadunidense para asesinar a Fidel.


  1. Un año después, el glamoroso gobernante respaldó la cruel Operación Peter Pan, urdida por la CIA: 14.048 niños cubanos de 3 a 17 años, enviados a Miami por sus padres “para evitar el adoctrinamiento comunista en las escuelas”. Entre ellos, Mel Martínez, actual senador de Florida; el ex alcalde de la ciudad Tomás Regalado; el músico Willy Chirino y Mike Bezos, padre adoptivo de Jeff, el fundador de Amazon.

  2. En 1982, el gobierno de Ronald Reagan incluyó a Cuba en la arbitraria lista de los países que presuntamente apoyan el terrorismo. Pero en 1988, el presidente George Bush concedió el perdón al agente de la CIA Orlando Bosch, acusado junto con Luis Posada Carriles de tramar el atentado de la aeronave civil cubana que en octubre de 1976 estalló en el aire y se estrelló en Barbados (73 muertos).

  3. Por otro lado, en Miami funciona el Comando Sur del Departamento de Defensa (Southcom), que ha sido el auténtico santuario del terrorismo latinoamericano, y en los últimos años ha fortalecido su actividad su rol. Por ejemplo, en noviembre de 2019, en una acción coordinada desde la provincia de Jujuy, y al amparo del gobernador Gerardo Morales, el general boliviano Williams Kaliman recibió 1 millón de dólares de manos de Bruce Williams (encargado de negocios de la Embajada en La Paz), y días después derrocó al presidente Evo Morales.

  4. El 24 de julio de 2021, año del 238 natalicio del libertador Simón Bolívar, Andrés Manuel López Obrador sugirió que el pueblo de Cuba merece el premio a la dignidad, y por su ejemplo de resistencia esa isla debiera ser declarada patrimonio de la humanidad. Añadiendo unas palabras de George Washington: “Ninguna nación debe aprovecharse del infortunio de otra”.