Una nueva caravana de 600 migrantes centroamericanos y de otros países de la región salieron este sábado de Tapachula, México, con el propósito de llegar a Estados Unidos (EE.UU.), una de las tantas que durante el actual año han iniciado rumbo a la frontera sur estadounidense.
Dada la cercanía con la semana santa católica y el tiempo estimado de viaje a pie o por medios improvisados de la caravana, sus organizadores denominaron esta nueva travesía como la “Viacrucis migrante”.
En el camino hacia la frontera norte de México se encontraron con un retén de la Guardia Nacional, lo cual provocó un altercado que se saldó con una decena de personas detenidas y lesionados por ambos lados, de acuerdo a reportes de medios locales.
El operativo antiimigrante, encabezado por la delegada del Instituto Nacional de Migración (INM) en Chiapas, Paola López Rodas, ocasionó que se dividiera el contingente de extranjeros.
Sin embargo, producto de los enfrentamientos aislados se reportó la detención de 92 personas y 27 lesionados, según la Casa de Dignificación Humana, el resto de la caravana logró alcanzar la comunidad Álvaro Obregón, a 18 kilómetros de Tapachula.
Desde esa comunidad reanudará su trayecto el próximo lunes, debido a que desean descansar con motivo de las agresiones propiciadas por agentes de la Guardia Nacional y esperan reagruparse.
En los últimos años se ha incrementado el número de migrantes que, organizados en caravanas, cruzan todo el territorio mexicano hacia Estados Unidos. En las próximas semanas Washington debe dejar sin efecto el llamado Título 42 el cual restringía la entrada en aquel país con motivo de la pandemia de la Covid-19, con lo cual se espera un aumento de la migración.