Lionel Messi se ausentó del primer entrenamiento de Barcelona bajo las órdenes del flamante entrenador holandés Ronald Koeman, con lo que reafirmó su estrategia de salida del club, pese a que se arriesga a una sanción.
Con su ausencia, el capitán argentino se muestra fuera del Barcelona y pretende presionar a los directivos del club para que se sienten a negociar, pero éstos se mantiene firmes en su posición de no dejarlo salir gratis y tampoco venderlo.
El presidente de Barcelona, Josep María Bartomeu, espera reunirse en los próximos días, probablemente mañana, con Jorge Messi, padre y representante del «10», en la ciudad condal, pero desde la entidad remarcan en que lo hará solo para hablar de una «renovación» de su contrato actual, vigente hasta junio de 2021, y no de su transferencia o posible interrupción del contrato.
Aunque Messi no se presentó en la víspera a las pruebas médicas y test PCR junto al resto de jugadores del plantel, y tampoco acudió a la primera sesión de entrenamiento programada a las 17.30 horas (12.30 de Argentina), el club «todavía» no tomará medidas disciplinarias en su contra, según el diario deportivo catalán Sport.
Los abogados del capitán de la selección argentina entienden que Messi no debía iniciar la pretemporada ya que actualmente no tiene contrato con el Barcelona, tras manifestar el martes pasado por medio de un burofax que se adhería a la cláusula de libertad que le permitía abandonar la entidad.
