MARCAR LA DIFERENCIA Las tres capitales

Despacho del General Urquiza, Palacio San José.

Por Juan Martin Garay (*)

En nuestra provincia coexisten tres capitales, la administrativa donde reside el poder central (Paraná), la política donde radica el poder real (Concordia) y la histórica (Concepción del Uruguay) donde se acuñó la organización de la Nación y estaba la capital provincial hasta ser despojada de tal condición en 1883. Entre lo que se “es”, lo “real” y lo que “fue”, hay un abismo claro y contundente. Repensar nuestro presente y por sobre todas las cosas recapacitar sobre nuestro futuro, teniendo en cuenta la suma importancia de nuestro pasado, aprendiendo sobre las enseñanzas que nos brinda la historia, más que una aspiración es una necesidad.

La capital histórica

“La tierra prometida que Dios Iluminó” dice el himno local, cuna de caudillos, de la Organización de la Nación, desde “Pancho” Ramírez hasta Mariano López, pasando por el organizador de la Nación Justo José de Urquiza y los múltiples actores sociales que dieron el todo para que la ciudad se consolide como “un faro” para generaciones. Concepción del Uruguay marca la diferencia, lo sigue haciendo con sus organizaciones sociales, las empresas y comercios, el deporte, el pueblo trabajador y quienes son hacedores de un destino común.

Este modelo constructor de la identidad local que fundamenta nuestro propio ser uruguayense -un pueblo unido por la solidaridad y por la historia- requiere de una cuestión más cultural que política para su sostenimiento, atrevernos a erigir en creencia nuestra propia realidad, palpable tantas veces por quienes “no son de aquí ni son de allá”, pero muchas veces no así por “los propios vecinos”. Esta forma de ser que detentamos es la conjunción entre un pueblo y su historia, de la que necesita reconciliarse como punto de apoyo para mirar para adelante. Pensar en grande implica desterrar actitudes de reproche respecto de lo que hemos sido y de lo que somos en la actualidad.

Bien vale la interesante reflexión del Dr. en Filosofía Rodrigo Guerra López para aplicar a nuestra realidad local: “No es la cuota de poder que define un proyecto para la ciudad, sino que es el proyecto de vida que reside en la identidad cultural de nuestro pueblo lo que tenemos que dejar que ocupe los espacios públicos hasta convertirse en una corriente cultural que emerja en el ordenamiento político.”

El fortalecimiento de los lazos solidarios y la construcción de un mismo destino histórico.

Pensar en proyectos, sueños y anhelos más que en recuerdos es sinónimo de vitalidad y juventud, algo importante para comprometer a varias generaciones y obtener así experiencias de largo alcance. Fortalecer los lazos solidarios y la construcción de un mismo destino histórico, para caminar, andar y rodar sendas de esperanza en un contexto que está arraigado en lo profundo de esta “histórica ciudad capital”, que independientemente de las circunstancias concretas y los condicionamientos históricos, aún tiene sed, aspiración y un anhelo compartido de plenitud, un querer “tocar lo grande”.

Ha llegado el momento de recuperar nuestro espíritu de grandeza. Asumirnos en la tarea de la construcción de una ciudad que nos tenga a todos como protagonistas con algo para ofrecer, compartir y donde expresar nuestra propia identidad. Un pueblo que mire con el alma hacia adelante buscando un futuro mejor, representando aspiraciones del conjunto y marcando la diferencia ante las ambivalencias conocidas es la clave. Dejemos de lado las tristezas del presente y las añoranzas del pasado, miremos con esperanza el futuro, aún está todo por hacerse y Concepción del Uruguay sigue marcando la diferencia.

(*) Secretario de Gobierno de la Municipalidad de Concepción del Uruguay desde el 2019. Presidente de Bloque Concejales del PJ 2017-2019. Presidente Comisión Hacienda y Presupuesto 2015-2019. Decano del Colegio Mayor Universitario de Santa Fe 2003-2004.