Magdalena Garro afuera del Preolímpico de Brasil

Magdalena Garro se quedó afuera del Preolímpico en K2.

La uruguayense quedó abajo del bote K2 que competirá en el mes de abril por un lugar en los JJOO. Le queda la chance en K1.

La uruguayense Magdalena Garro no pasó el control interno del seleccionado argentino de canotaje y no tendrá la posibilidad de disputar el Preolímpico de Brasil en K2 500 metros , modalidad para la que se venía preparando desde hacía tiempo en diferentes concentraciones con el plantel femenino.
En Nordelta se llevaron a cabo los controles internos que definieron el mejor bote K2 del equipo argentino. “Magüi” ,junto a Sabrina Ameghino, Brenda Rojas, Martina Isequilla y Micaela Maslein definieron todo en una competencia interna. Desde julio se venía trabajando todos los k2 con diferentes tripulaciones y finalmente Brenda Rojas y Sabrina Ameghino serán quienes representen a Argentina con el objetivo de lograr la clasificación a la próxima cita olímpica.
Al respecto, la palista de Regatas Uruguay dialogó con La Calle y se manifestó muy dolida. “La semana pasada estaba realmente triste porque tenía una ilusión muy grande, el deseo de ir a un Preolímpico y representar al país. Lamentablemente me quedé afuera en la primer etapa. Hacía rato que no estaba tan mal, en los últimos años venía quedando arriba pero no se dio, fue un golpe duro”.
La deportista uruguayense analizó todo el proceso que finalmente no tuvo un final feliz para la doble medallista panamericana. “Sabía que iba a ser muy difícil porque el control estuvo muy bueno, todos los botes fueron parejos y competitivos. El grupo tiene un buen nivel, que se lo hemos dado todas. Salió el mejor K2 y esta vez me tocó estar abajo. El deporte es así, a veces se gana yen otras se pierde”. Con respecto a esa convivencia y la competencia interna, Garro lo analizó de la siguiente forma: “Esa situación en nuestro deporte es bastante natural porque te acostumbras, constantemente competís contra tus amigas. No me arrepiento de todo lo que luché pero me quedo con un final de ciclo amargo. Es una frustración porque me gusta competir y ganar y sobre todo por lo que una sacrifica”.
Si bien fue un golpe duro para la deportista de nuestra ciudad, aún le queda una chance más para seguir intentando llegar a Tokio. “A futuro, no se definió el K1 200 y 500, que se hará a mediados de marzo. En cierta forma pienso en eso, no hay mucho tiempo de amargarse y debo pensar en las posibilidades que me quedan. Ya estoy entrenando para eso”.