La extraña visita de Mauricio Macri a Paraguay desató un revuelvo en la política de ese país, en donde lo acusan de violar el protocolo sanitario en medio de la pandemia del coronavirus.
Macri viajó en un avión pagado por la tabacalera del ex presidente Horacio Cartes, acusada de tráfico ilegal de cigarrillos. Cartes lo recibió al bajar del avión con un abrazo, por lo que en Paraguay denuncian que violó el protocolo excepcional que había creado cuatro días antes para recibir a su amigo Macri en calidad de ex mandatario. Sin dar razones de su viaje al exterior en medio de la cuarentena estricta que se impuso en el área metropolitana de Buenos Aires, el argentino visitó además al presidente actual, Mario Abdo Benítez, en una reunión fuera de agenda.
La llegada de Macri agitó a la oposición guaraní, que salió a denunciar los negocios del ex mandatario argentino con el antecesor de Abdo Benítez. El ex presidente Fernando Lugo, actual senador, dijo que Macri no debía tener reuniones oficiales para no nublar las relaciones con Paraguay.
«Estuvimos averiguando aquí, con el Gobierno actual. Ni con ministros ni con ninguna autoridad, ninguna reunión oficial. Viene en una visita privada, solamente a visitar y a encontrarse con el señor Horacio Cartes, que es un dirigente deportivo, expresidente del Paraguay. Se nos hace que el tema que puedan hablar es cuestión deportiva, no ninguna actividad oficial marcada», dijo Lugo a Radio 10.
«Está dentro de los presidentes comerciantes, es un emprendedor, metido en el fútbol y en sus empresas privadas y siendo presidente no ha dejado de ser comerciante», dijo Lugo sobre Cartes.
Quien fue más duro fue Jorge Querey, senador paraguayo por el Frente Guasú, de Lugo. «Aquí se ha cuidado con tremenda rigurosidad el tráfico aéreo, aquí rige el cierre de fronteras y esa medida ha dado un margen interesante retrasando los contagios, la segunda consideración es saber cuáles son los intereses que Mauricio Macri tiene aquí», dijo Querey a Radio 10.