Las grandes cadenas de supermercados denunciaron ante la Secretaría de Comercio Interior que las empresas de alimentos, bebidas y artículos de higiene no les entregan determinados productos.
Desde que arrancó en noviembre el plan Precios Justos, que congeló el valor de 2.000 productos de consumos masivo y puso un tope del 4% mensual a las alzas de los demás artículos en supermercados, las grandes cadenas informan cada semana al secretario de Comercio, Matías Tombolini, cuántos bienes piden a sus proveedores y cuántos efectivamente reciben. De toda la lista de productos, entre los 2.000 congelados y los otros 20.000 con subas limitadas, los súper denuncian que les entregan la mitad de los que solicitan.
Apuntan contra empresas de alimentos, bebidas y artículos de higiene, aunque sobre todo contra las grandes nacionales. No trascendieron sus nombres, aunque en el mercado pesan sobre todo Arcor, Molinos Río de la Plata, Ledesma, Aceitera General Deheza (AGD), Molino Cañuelas y Estancia Las Marías, según el rubro. En las compañías proveedoras aseguran que cumplen con lo comprometido, que incluso entregan un 25% más que hace un año y advierten que los supermercados piden hasta el doble que a principios de 2022. Entre las grandes cadenas figuran Carrefour, Changomas (que incluye la marca Walmart), Coto, Cencosud (Jumbo, Disco y Vea), Día y La Anónima.
Inspecciones
En la cartera de Tombolini afirman que sus inspecciones a supermercados y centros de distribución, profundizadas en las últimas semanas, muestran que más del 90% de los artículos congelados respetan los precios acordados, pero sólo se cumple con el 65% de las cantidades comprometidas. Por eso, el secretario se contactó con el Sindicato de Camioneros y su secretario de Logística, Oscar Borda, para controlar lo que estaba sucediendo en el reparto. En los supermercados, en lugar de rechazar los controles de abastecimiento que emprendieron el sindicato de Hugo y Pablo Moyano y las organizaciones sociales como Somos Barrios de Pie, están a favor de que quede en evidencia quiénes son los responsables de los faltantes. Otros, en cambio, advierten que los controles de precios pueden derivar en un mayor desabastecimiento, como en Venezuela.
En realidad, nunca llegan a faltar por completo determinados productos en las góndolas. Lo que escasean son ciertas presentaciones. Por ejemplo, pueden desaparecer las botellas de 1,5 litros de una gaseosa que está incluida en Precios Justos, pero se ofrecen otras de la misma marca de un tamaño mayor o menor. En las grandes cadenas señalan que los proveedores prefieren abastecer a los supermercados chinos y almacenes, donde no rigen los acuerdos y pueden remarcar más. A su vez, estos comercios más pequeños pierden mercado frente a la competencia de los grandes y sus ofertas y terminan ofreciendo menos variedad.