Los líderes de los 30 países de la OTAN abrieron este martes una cumbre en España en la que rediscuten su respuesta a la invasión de Rusia a Ucrania, que según la alianza provocó un «cambio fundamental» en su política y obliga a sus integrantes a aumentar el gasto en defensa, y en la que se registró un primer éxito con la decisión de Turquía de aceptar el ingreso de Suecia y Finlandia a la alianza.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, el anfitrión del encuentro, recibió en Madrid, sede de la cumbre, al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y sostuvo que la OTAN buscará trasladar un mensaje al mundo por la guerra en Ucrania. Queremos enviar «un mensaje de unidad de democracias, que se reúnen para defender la democracia y los valores que nos unen, que son los valores de la libertad, de la pluralidad política, del respeto a los derechos humanos, y también de la defensa de un orden internacional basado en reglas», precisó.
El presidente estadounidense, Joe Biden, y el resto de los líderes de la OTAN y diez más de países extraalianza invitados al encuentro tuvieron una primera cita conjunta en la cena que les ofreció el rey Felipe VI en el Palacio Real.