Los gobernadores quedaron satisfechos con la apertura de la Casa Rosada

Apuestan a construir un nuevo vínculo

El gesto de buena voluntad del Gobierno diluyó el mal clima que habían generado las acusaciones de Milei. Pidieron bajar el nivel de agresividad y aguardan por el borrador de la nueva Ley Ómnibus

Hubo asistencia perfecta. En la extensa mesa del salón Eva Perón estuvieron sentados los representantes de las 23 provincias del país y la Ciudad de Buenos Aires. En la punta, el Jefe de Gabinete, Nicolás Posse. A su derecha, el brazo político del Gobierno, el ministro del Interior, Guillermo Francos. Fue una imagen positiva para la Casa Rosada, después de un encadenamiento de acusaciones y agravios, y un fracaso legislativo estruendoso. Una foto de paz y estabilidad.

La reunión de casi cuatro horas fue un momento para barajar y dar de nuevo. Así lo sintieron la mayoría de los gobernadores.