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jueves, diciembre 12, 2024

Lo que Da Vinci entendió antes que Galileo y Newton

Por Alicia Hernández

No hubo un momento de inspiración con una manzana. Tampoco una ley universal. Sólo el placer más noble que era, a juicio del propio Leonardo Da Vinci, el júbilo de comprender.
Observaba la lluvia caer, cómo las nubes se movían rápidamente en el cielo y, también, cómo dar más alcance a los proyectiles en su rudimentaria ametralladora, uno de los múltiples ingenios que inventó. Fue esa motivación la que le hizo buscar por qué estos objetos caían sin ninguna fuerza detrás de ellos.
Da Vinci murió en 1519 y no fue hasta 1604 que Galileo Galilei estableció que todos los cuerpos caen al vacío con la misma aceleración.
Casi dos siglos después, en 1687, Isaac Newton propuso la ley de gravitación universal.

Un encuentro casual

Mory Gharib, profesor de aeronáutica e ingeniería médica del Instituto Tecnológico de California (Caltech), revisaba una publicación de la Biblioteca Británica del Codex Arundel, un compendio con artículos de Da Vinci que cubren desde ciencia y artes hasta apuntes personales. Buscaba unas técnicas de visualización de flujo, algo para discutir en su curso de posgrado. Y de repente le llamó la atención un triángulo “muy blanco”. Era solo un triángulo con tres inscripciones a cada lado escritas como lo hacía él, en imagen de espejo, al revés.
En la hipotenusa, el lado más largo del triángulo, estaba escrito “Equatione di Moti” (Ecuación de movimiento).
Había más triángulos y un experimento. En él, Da Vinci describe una jarra probablemente llena de arena de la que va arrojando su contenido, mientras la mueve en línea recta y paralela al suelo, a la misma velocidad que caen los granos.
Sus notas dejan claro que estaba consciente de que la arena no cae a una velocidad constante, sino que acelera y que no cae de modo horizontal, sino que forma la hipotenusa de un triángulo.
El experimento que hizo le permitió predecirlo, aunque con imprecisiones, de modo muy cercano a lo que ocurre en realidad. En los documentos de Da Vinci hay un párrafo donde dice que cuando un objeto cae, básicamente va hacia el centro de la Tierra. Eso está muy cerca de decir que los dos objetos se atraen el uno hacia el otro.

Más allá de la teoría aristotélica

En tiempos de Da Vinci había varias teorías de por qué y cómo caen los objetos al suelo. Pero la más común era la teoría aristotélica. Según Aristóteles, “era la necesidad de los cuerpos de llegar a su lugar natural” y se medía por ímpetu, es decir, cuánto era el “deseo” de llegar al “lugar natural”. Cuanto más pesado, más ímpetu tenía un objeto.
Pero Leonardo sistematizó un experimento para deducir que la gravedad es un tipo de aceleración, como hizo Galileo un siglo después, y que esa aceleración nos dice que el espacio es mayor cuando mayor es el tiempo, en una proporción geométrica.
Da Vinci era un ingeniero muy práctico, así que lo que hizo fue intercambiar tiempo por espacio. Y midió cómo caen los objetos desde distintas alturas.
Sorprende cómo entendió el tiempo y sus suposiciones fundamentales fueron muy correctas respecto de que todos los objetos llegan al mismo tiempo siempre y cuando estén a la misma altura, una conclusión similar a la que llegó después Galileo.
Newton dijo que él se había parado sobre hombros de gigantes para elaborar sus teorías. Es probable que se refiriera al trabajo de Da Vinci.

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