El diputado nacional Beltrán Benedit (LLA) habló sobre la visita que realizó junto a otros diputados oficialistas a represores condenados. Atacó la política de memoria, verdad y justicia.
El legislador se refirió al silencio que mantuvo los últimos meses, luego de la visita que organizó junto a otros referentes libertarios una visita al Penal de Ezeiza para entrevistarse con los genocidas, como Alfredo Astiz.
Según el legislador entrerriano “hubo un pedido del Poder Ejecutivo”, pero no de Javier Milei, para referirse al tema a fin de “no crear más polémica”, aclaró.
“Con el Presidente no hemos cruzado ninguna palabra al respecto. Esto es un tema de agenda de diputados”, detalló. “Yo no lo veía razonable. Las cosas hay que explicarlas”, confesó. Sin embargo, acató la orden que llegó de la Casa Rosada. “Cuando uno calla, otorga que todo lo que se diga, se aventura o se crea que haya podido ser así quede instalado como verdad, cuando no lo es en realidad”, amplió.
El libertario aseveró que “algunos jueces prevaricadores” usan la Justicia para “hacer prevalecer algún tipo de venganza o de ideología”. Y reflexionó: “eso no está bien. Los derechos humanos son para todos. Tuvimos una guerra. Y no importa si era un terrorista que puso una bomba o un militar que le dieron una orden”.
Luego, fue más allá: “Si vamos a empezar a usar (la Justicia) a gusto y piacere de la ideología o de la identificación de cada uno, estamos mal”.
“Seguir facturando”
“Fue triste lo que nos pasó. Tuve conocidos de ambos lados. Tenemos que superarlo, pero conociendo la verdad y no permitiendo que instituciones sigan manteniendo estas heridas abiertas porque, entre otras cosas, es un gran negocio. Los juicios de lesa humanidad tienen un presupuesto enorme”.
Sobre este punto, abundó: “Y cuando ya los principales actores, como las de las Fuerzas Armadas que impartieron órdenes que pudieron haberse prestado a que se cometieran excesos ya no están, porque fallecieron por un tema de edad, salen a buscar a alguien porque hay que seguir facturando. Eso es un espanto”, afirmó.
Benedit puso un ejemplo personal. Sin dar mayores precisiones, contó que pidió a “uno de mis asesores, abogado, ex juez, que presenciara los juicios que se estaban llevando adelante en los Tribunales Orales Federales. Primero hubo resistencia a que participara, aunque después lo conseguimos. Ahí quedó claramente demostrado que sea lo que dijera el acusado, la sentencia ya estaba escrita. Duele que eso ocurra”, sentenció.
Su afirmación no se condice con la realidad. Según los datos de la Procuración de Crímenes contra la Humanidad, al 6 de diciembre del año pasado, sobre un total de 3.744 personas investigadas por crímenes de lesa hubo: 1.173 condenadas, 184 absueltas, 394 continúan procesadas, a 146 se les dictó la falta de mérito, 94 fueron sobreseídas, 92 sólo han sido indagadas, 510 están imputadas y 1.151 han fallecido.
