Las lluvias trajeron alivio al campo entrerriano

Las abundantes precipitaciones de la última semana detuvieron el deterioro de la soja y el maíz, a pesar de lo cual no se espera que esto tenga un impacto positivo en la productividad, ya que la mayoría de los lotes ya definió su rendimiento y están próximos a la cosecha.

El cambio reciente en el comportamiento pluvial abrió las puertas a mejores perspectivas para comenzar a delinear estrategias con un mejor nivel de sustento para el inicio de la campaña de granos finos y cultivos de invierno. Según detallaron en el informe, el fenómeno de La Niña, cuto impacto pluvial deficitario generalizado en toda la zona núcleo se acopló con un inicio muy negativo de la dinámica de la escala regional, se encaminó hacia la neutralización con el transcurso del mes de febrero. Además, destacaron que el cambio en el patrón pluvial que se presentó desde el pasado lunes ha sido significativo y tiene buenas posibilidades de proyectarse con continuidad al desarrollo del mes de abril. La clave para la organización de la logística de la fina radica justamente en la continuidad de las precipitaciones durante el mes de abril. Es por ello, que desde el SIBER advirtieron que, si se consolida el escenario actual con despliegue homogéneo de lluvias generosas, el nivel de riesgo para las siembras de la fina se irá diluyendo en forma marcada.