Señor director:
A nivel provincial, la interna de Juntos por el cambio se vive cada vez más de una forma intensa. Semanas atrás, el ex ministro nacional Luis Miguel Etchevere, criticó a su ex compañero de gabinete Rogelio Frigerio, descalificando su candidatura a diputado nacional por no «vivir en nuestra provincia». Y mientras muchos fieles a su candidatura, salieron en su defensa, otros, justicialistas como el diputado Cassareto y radicales entrerrianos, se contentaron con sus dichos. Lo cierto es que la UCR no se ha mostrado conforme en los últimos años con los acuerdos sellados con su compañero electoralista PRO. En 2019, el por ese entonces presidente del partido centenario, Leandro Arribalzaga, había promovido candidaturas radicales, enojados con la conducción del presidente Macri que había impedido que otras listas disidentes, pegaran con su lista nacional. Este gesto fue el inicio de una batalla que aún no culmina. Días atrás desde una fan page de radicales entrerrianos, se promovió mediante un flyer la idea de superioridad de su partido por sobre PRO en términos electorales por su mayor cantidad de afiliados. Incluso, las recorridas de Pedro Galimberti, intendente de Chajarí, junto a su socio radical Darío Shneider, de Crespo, han sentado la firme idea de que la UCR no está dispuesta a caer sin antes dar batalla. No sabemos hasta el momento si será Galimberti el candidato que representará esta lista o no, solo lo sabremos en la presentación definitiva el 24 de julio, pero lo que sí es seguro es que se perfilan como los grandes competidores del gran candidato que tiene la oposición nacional, Rogelio Frigerio, en Entre Ríos. La otra lista que se muestra tibiamente es la que lidera Pichi Blazquez (disidencia en PRO) que estaría sostenida por el justicialista Pichetto. En esta construcción, la UCR sabe que corre en desventaja. El nivel de conocimiento que tiene el oriundo de Villa Paranacito, Frigerio, es claramente superior. Según algunas consultoras incluso al mismo nivel de un gobernador, algo que en sus redes se evidencia, con más del triple de seguidores que Gustavo Bordet.
Por ello es que el equipo de Galimberti se ha nutrido de un apoyo extra en comunicación y ha iniciado vinculaciones profesionales para proyectarse provincialmente. Los intendentes radicales han decidido jugar, como lo hicieron marcándole la cancha a la corriente Illia que lidera Benedetti en la interna semanas atrás. Y vaya si lo hicieron, que incluso debió el empresario agropecuario y ex candidato a gobernador, mostrar sus mejores cartas para no perder la conducción del sello radical. Pero hoy es claro que Benedetti apoya a Rogelio Frigerio y le ha dado la espalda a sus piedras en el zapato en su partido. Por segunda vez, la liga de intendentes radicales intentarán, desde lo que afirman son sus territorios, construir una candidatura fuerte que, será difícil saber si es por un espíritu revanchista por los lugares marginales dados por el macrismo tiempo atrás, porque creen tener una mayor capacidad de armado político, para obtener una porción del dinero recibido para las candidaturas provinciales que se entrega por las PASO, o bien para buscar hacer una buena elección y obtener un tercer lugar con muchas chances de entrar y colarlo en la lista de Frigerio.Aún este escenario es desconcertante y hasta la confirmación de listas no sabremos claramente cuál es la estrategia. Pero algunas cosas sí son seguras, los intendentes van a poner todo su arsenal en estas PASO y buscarán demostrar su poderío para la construcción de la propuesta a la gobernación del 2023, donde con un nombre como el del ex ministro del interior, tienen buenas posibilidades de una mejor performance que la obtenida tiempo atrás con Benedetti.
Dylan Beck
