El intento de secuestro de un avión de la aerolínea mexicana Volaris ocurrió el 8 de diciembre de 2024, en el vuelo 3041, que cubría la ruta Bajío (en el centro de México) a Tijuana (en la frontera con Estados Unidos). En la madrugada de ese día, un pasajero identificado como Mario «N» intentó ingresar a la cabina de pilotos con la intención de desviar el avión hacia Estados Unidos.
La tripulación del vuelo, al percatarse de la amenaza, reaccionó rápidamente. Siguiendo los protocolos de seguridad establecidos, los miembros de la tripulación lograron someter al agresor antes de que pudiera llevar a cabo su intento de desvío. El piloto, para garantizar la seguridad de los pasajeros y la aeronave, emitió el código de alerta, lo que activó una serie de procedimientos de emergencia.
A consecuencia de la situación, el avión fue desviado a Guadalajara, donde aterrizó sin mayores complicaciones. Una vez en tierra, el pasajero fue entregado a las autoridades correspondientes, quienes asumieron la custodia del detenido.
Volaris, la aerolínea involucrada, expresó en un comunicado que la tripulación actuó de acuerdo con los procedimientos de seguridad y destacó la importancia de la pronta intervención para garantizar la seguridad de todos a bordo. Este incidente es un recordatorio de los estrictos protocolos de seguridad aérea que se implementan en situaciones de emergencia y la rapidez con la que deben actuar las tripulaciones para proteger a los pasajeros.