La Orquesta Sinfónica de Entre Ríos se presentó con la capacidad agotada en su tercer concierto del año en el coliseo de Paraná. El organismo depende de la Secretaría de Cultura de Entre Ríos.
El concierto, bajo la dirección de Luis Gorelik, contó con la participación de la flautista invitada Cássia Carrascoza y la arpista solista de la orquesta, Florencia Arizpe.
La función inició con el estreno en Argentina de Transfiguraciones para flauta y orquesta, del compositor brasileño Ronaldo Miranda. La obra combina técnicas del siglo XX como el atonalismo y el minimalismo.
A continuación, se interpretó Metamorfosis sinfónica sobre un tema de Weber, de Paul Hindemith. Gorelik comentó que la obra, de 20 minutos, tiene una historia ligada a la persecución de compositores por la Alemania nazi. Hindemith, uno de los afectados, se exilió en Estados Unidos en 1936 y transformó la pieza, concebida para un ballet, en una sinfonía de cuatro movimientos.
El cierre fue con el Concierto para flauta y arpa K. 299 de W. A. Mozart, obra de 30 minutos interpretada junto a Carrascoza y Arizpe. El evento contó con el auspicio de la Universidade de São Paulo.
El público destacó el disfrute del concierto. «Nos gusta el repertorio variado que hacen, siempre nos traen experiencias nuevas en cada concierto», comentó Matías. María, otra asistente, sostuvo: «Me parece muy importante que actúen en este lugar tan simbólico de Paraná. Es una forma de reivindicar la música clásica».
El concierto, que tuvo a 85 músicos en escena y duró una hora y media, culminó con una ovación de pie por parte del público.
