La pandemia silencia las calles de la ciudad

Imágenes como ésta pudieron apreciarse en el casco histórico de nuestra ciudad. (Foto: Manuel Alderete)

La vida en Concepción del Uruguay vuelve a cambiar con las nuevas restricciones contra el coronavirus. Postales de un sábado solitario y sombrío.

Un sábado apagado, con escaso movimiento y bajo una lluvia persistente, fueron las postales del primer día de aislamiento estricto dispuesto por el Gobierno Nacional para contener el incremento de casos de coronavirus en las zonas con mayor riesgo epidemiológico.
Ayer, en Concepción del Uruguay algunos comercios permanecieron abiertos hasta las 18 horas y luego cerraron, a excepción de los locales de ropa bolivianos que permanecieron hasta las 19, aproximadamente, con sus puertas abiertas.
El aislamiento estricto, que comenzó a regir a las 0 horas de este sábado y se extenderá hasta el 30 de mayo inclusive, limita las actividades sociales, económicas, educativas, religiosas y deportivas en forma presencial, con la salvedad de los comercios esenciales que deben funcionar con servicio a domicilio y para llevar.
Las empresas vinculadas al comercio, la hotelería y el transporte, así como las microempresas con recursos más limitados para hacer frente a la crisis son las más afectadas por la pandemia, y en su mayoría han respetado al pie de la letra el nuevo confinamiento.
Sin embargo, algunas actividades permanecen en una zona gris, por efecto de cierta ambigüedad en el texto de la norma. Emprendimientos como peluquerías y esteticistas, los cuales no están incluidos dentro de los calificados como esenciales, ni figuran como no esenciales ayer trabajaron pero con pocos clientes.
“¿Será porque no hay lógica que no nos dejan trabajar con todas las medidas de seguridad con que desarrollamos nuestra profesión?”, se preguntó como para sí mismo un peluquero ante la presencia de LA CALLE.
Otra colega que también atendió con normalidad en su salón sostuvo que desde que se le permitió a ese rubro reabrir a mediados del año pasado, “hemos estado trabajando sin ninguna complicación durante este tiempo. Nadie que sepamos se contagió en una peluquería”, dijo la mujer.
Y una esteticista que se sumó a la conversación, aportó: “Mirá, acá estamos sobrados de protocolos, trabajamos intoxicadas de tantos productos que utilizamos para la desinfección. Salimos de trabajar mareadas de tanta esterilización, este lugar se limpia casi como un quirófano”.
Su compañera agregó luego, “deseo que sean sólo nueve días, nada más. En ningún ítem nos nombran. Todos deberíamos entender que tenemos que cerrar por estos días, hasta el 6 de junio. Es difícil, pero es lo que tenemos que hacer. Aunque no lo sé…, apenas es mi opinión. Sé que si se vive de esto, si tu familia depende de tu solo trabajo, pasa para vos y los tuyos a ser una actividad esencial. Yo vivo de esto día a día. Pero bueno… lamentablemente, tristemente, de mi parte voy a mantener cerrado esta semana. Que Dios nos ayude y que esto sea una medida para mitigar tanto contagio, ya que no nos pueden vacunar porque no hay dosis suficientes o porque no somos menores de 60 años”, concluyó la peluquera.