La pandemia expone la situación de la educación

Señor director:
Clases sí, clases no. Docentes que no quieren trabajar versus padres que usan a la escuela para que les cuiden a sus hijos. Este pareciera ser el escenario que se quiere plantear desde los medios de comunicación de alcance nacional, los cuales utilizan cualquier tema de actualidad para fomentar la controversia.
Este fin de semana las mesas de los uruguayenses, al menos más de una, se vieron abordadas por diferentes temas de actualidad política y siempre opinando en base a lo que ocurre en Capital Federal y provincia de Buenos Aires, sin tener presente lo nuestro.
Si bien son entendibles ambas posturas sobre la necesidad o no de suspender las clases, deberíamos empezar a buscar un centro en esta controversia. En grandes urbes se pone en duda el dictado de clases presenciales, debido al transporte público que es muy utilizado.
Si bien hay muchas personas que utilizan el transporte público de la ciudad, no se puede ni comparar con el amontonamiento de personas que se generan en horas picos en subtes, trenes y colectivos de las grandes ciudades. Entiendo que acá viaje mucha gente, pero insisto, las imágenes no puede ser nunca comparables.
Por otro lado, es verdad que las escuelas fueron abandonadas durante 2020 y hay establecimientos que no presentan las condiciones óptimas. Esos lugares deberían ser atendidos, pero no generalizados al resto de los colegios.
Hay escuelas que cuentan con espacio para el dictado de clases con el protocolo de las burbujas y hay otras que no tienen esta posibilidad por diferentes cuestiones que no voy a enumerar ahora, pero que los integrantes de las entidades educativas saben muy bien cuáles son.
Lamentablemente vamos en dirección a que algunos jóvenes puedan acceder a la educación en escuelas aptas, lo que lleva a muchos padres de la ciudad a intentar inscribir a sus hijos en colegios de enseñanza católica, ya que saben que habrá mayores chances de que sus hijos se alfabeticen.
Son importantes las educaciones en escuelas y en la casa, pero la pandemia nos obliga a mirar de una vez por todas las contradicciones del sistema educativo y las chances de seguir adelante en lo que respecta al ámbito público, semi-privado y privado.
No es una crítica, es una mala descripción de la educación actual. Me califico como mala por no ser escritora y dificultarme la manera de expresarme.
Espero que la pandemia nos ayude a encontrar una posibilidad de debatir en dónde está la educación actualmente, con beneficios para los que encuentran bancos en colegios simi-privados o privados y para los que siguen optando por lo público, ese espacio que formó a la mayor parte de la sociedad y que hoy es foco de cuestionamientos permanentes.
Inés Fernández

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