Sr. Director:
Volví a esta ciudad, mi ciudad, después de algo m{as de 6 años. Antes era el lugar anual de vacaciones y de encuentro con mis padres. Su ausencia definitiva, determinó este prolongado alejamiento.
Pero mi primera conexión diaria a internet siguen siendo los diarios y páginas virtuales para enterarme de la vida donde transcurrió mi infancia y adolescencia. Me encontré con que el espectacular Centro Cultural, avanza muy lentamente; esperaba comer en el paseo de los pescadores, también paralizado; el hermoso edificio de la Aduana, recuperado años atrás por el municipio parece que ha sido entregado a una empresa que ni siquiera será argentina (esperemos que no hagan una torre de departamentos).
Pero al margen de esto ¡Qué hermosa está la ciudad! Casas y edificios impecables, casas pintadas llamativamente, con un colorido inusitado, de calles que son verdaderos túneles vegetales con sus añosas arboledas, muy bien iluminadas, plazas y paseos muy cuidados, un cambiado bulevar Montoneras con el reconocimiento a la gesta federal. A ello le agregamos la incomparable Isla del Puerto ¿qué ciudad argentina tiene una costanera que aune tanta belleza y extensión? Y además las playas, por más publicidad que hagan lode Paso Vera es incomparable, a lo que se agrega Pelay, el Itapé, en fin y por si fuera poco la Historia. Ya en esta lejana, y también muy bonita Gramado, le cuento que me ha llenado de felicidad encontrarme con mi ciudad tan linda. Seguramente la más linda de Entre Ríos. Muchas gracias por el espacio.
Juan Mario Pérez Díaz
(aquí «Marinho»)