La justicia siempre se acomoda

El juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, ordenó la detención de Susana Martinengo, una ex secretaria de Mauricio Macri, acusada de ser parte de una red de espionaje ilegal durante el gobierno de Cambiemos, en el marco de un mega operativo en el que también detuvo a otras 21 personas incluido un ex director de contrainteligencia de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).
De esta manera la justicia argentina demostró que una vez más está acomodada con el ejecutivo de turno. Es casi obsceno ver como durante casi tres años se encarceló a cuanto político y empresario que pensaba distinto al oficialismo anterior; pero que tiempo después apuntan sin reservas contra los que antes denunciaban. Sin emitir un juicio de valor sobre las detenciones realizadas en el marco de la supuesta causa de “los cuadernos” o de la investigación por supuestas “escuchas ilegales”; los argentinos asistimos una vez más al reacomodamiento de la justicia, esa especie de ghetto inalcanzable para los ciudadanos normales que goza de beneficios extraordinarios y que jamás se ve salpicada por maniobras poco claras de las cuales forman parte de alguna manera.
Martinengo era la directora de Documentación Presidencial durante el gobierno de Macri. En los papeles era la persona dedicada a leer y responder las cartas enviadas al ex presidente. Pero de acuerdo a la hipótesis que maneja la justicia su principal función era en realidad recibir los informes del grupo de espionaje ilegal e incluso recibirlos en persona en la Casa Rosada. Su detención se da apenas unos días después de que el juez federal Federico Villena allanó la vivienda del ex secretario privado de Macri y presunto jefe directo de Martinengo, Darío Nieto. Fuentes de la investigación explicaron que los indicios hacen presumir que Martinengo era la encargada de recibir los informes y se encargaba de destinarlos a Nieto o al propio Macri. El análisis del celular y la computadora de Nieto no lo dejaría bien parado. El allanamiento a Nieto generó una enorme preocupación en Macri, que el fin de semana movilizó a toda la cupula de Cambiemos para salir en defensa del ex secretario.