Las denuncias en redes animan a mujeres que pasaron por lo mismo.
Luego de que una joven uruguayense expusiera un presunto caso de abuso sexual, primero en la justicia y luego por intermedio de las redes sociales, se generó un efecto cadena de otras víctimas que se animaron a relatar hechos que no se animaban a exponer; generando un ambiente propicio para abordar esta problemática que continúa más vigente que nunca.
Muchas veces, por la inexperiencia típica de la juventud o por falta de apoyo hacia las víctimas, los casos de abuso sexual pueden quedar como un trauma eterno para quienes los padecieron; situación que se puede revertir con el conocimiento y divulgación de los mecanismos que existen para afrontar estas situaciones extremas.
Con la intención de brindar herramientas para que las víctimas no oculten sus padecimientos, LA CALLE dialogó con Juliana Garay, responsable de la Comisaría de la mujer y muchas veces testigo de situaciones extremas por el trabajo que desempeña.
“Los delitos contra la integridad sexual son dependientes de instancias privadas y tienen como característica que requieren, sí o sí, la denuncia de la víctima. En el caso de que la víctima sea menor de edad, la denuncia la debe hacer el responsable legal de la misma. En el caso en que el responsable legal no la haga, la denuncia la hace el Ministerio Pupilar en su representación”, informó Garay en primera instancia.
Con respecto a los casos de abusos sexuales que se conocen por intermedio de internet, Garay describió: “Ocurre que cuando surge este tipo de denuncias en redes sociales, muchas víctimas se animan a denunciar sus propias experiencias. Se sienten empoderadas y denuncian. Hay oportunidades que son sobre diferentes agresores y en otras tienen agresor común. Cada caso es particular. Luego, en sede judicial se evalúan los casos que tienen conexiones; pero para que ello ocurra la víctima tiene que denunciar en la policía o en fiscalía”.
“Para este tipo de delitos existe en la provincia un protocolo interinstitucional de abordaje, a fines de trabajar coordinadamente entre los organismos que intervienen (poder judicial, policía, salud y otros) y así llevar adelante la investigación; evitando los procesos de revictimización y permitiendo el acceso a los protocolos de profilaxis, ya que este tipo de hechos atentan contra la salud (física y psicológica) de las personas que los padecen”, reveló la responsable de la Comisaría de la Mujer.
“En este tipo de delitos, muchas veces las víctimas no suelen denunciar ni bien ocurren los hechos, en varias oportunidades lo hacen tiempo después, por distintos motivos que a la hora de recibir la denuncia no se ponen en tela de juicio. Cuando se sienten con la capacidad de contar lo que les pasó, cuando pueden poner en palabras lo que vivieron, recién ahí hacen la denuncia”, expuso la entrevistada.
“La policía de Entre Ríos es auxiliar del poder judicial. Cuando recibimos una denuncia, inmediatamente se pone en conocimiento a la Fiscalía en turno, quien es la que lleva adelante la investigación del caso y nos da las directivas a seguir”, agregó Garay.
“Al ser hechos de instancia privada, se preserva con mucho cuidado la identidad de los involucrados. Incluso los juicios muchas veces suelen ser a puertas cerradas para intentar que no se divulguen datos de la víctima”, finalizó la funcionaria.