Al grito de “No es sequía, es saqueo”, cientos de uruguayos se manifiestan frente a la residencia presidencial en la capital del país, para protestar contra la calidad del agua de grifo. La salinidad del agua aumentó en los últimos días en Montevideo y el área metropolitana, en un contexto de sequía persistente en el país. Ante la baja de los niveles en los embalses de donde se extrae el agua dulce, la empresa Obras Sanitarias del Estado (OSE) recurrió a otros embalses, algunos de ellos ubicados más al sur, donde el agua del río Santa Lucía se mezcla con el flujo más salado del río de La Plata. OSE duplicó además los niveles de cloruro y sodio permitidos, pasando de 200mg a 400mg por litro de agua para los sodios, y de 280mg a 700mg por litro de cloruros. Según las autoridades ambientales, el agua que distribuye la empresa estatal es bebible y consumible, aunque no es potable en la definición perfecta de potabilidad.
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