Un activista se sienta en un atalaya en la entrada de Lützerath, una ciudad de Renania del Norte-Westfalia, al oeste de Alemania, donde el gobierno dará paso a una nueva mina de carbón. Los manifestantes que ocuparon el pueblo desierto para resistir el proyecto fueron desalojados violentamente esta semana. La mayoría de los habitantes originales de la aldea agrícola desaparecieron hace mucho tiempo después de recibir una compensación y fueron reasentados durante la última década, cuando Alemania decidió eliminar gradualmente la generación de energía a base de carbón para 2038. Sin embargo, la guerra en Ucrania, la escasez de gas y la crisis energética cambiaron las prioridades y el gobierno anunció que sería necesario volver a depender temporalmente del carbón. Los activistas dicen que la extracción de carbón pone en peligro el Acuerdo de París de reducir la emisión de gases de invernadero.
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