Miles de seguidores del expresidente de Brasil Jair Bolsonaro invaden la sede del Congreso, de la Presidencia y del Tribunal Supremo, en Brasilia, para exigir una intervención militar para echar a Luiz Inácio Lula da Silva del poder, que tomó posesión el 1 de enero. El asalto de Brasilia de este domingo recuerda al perpetrado en el Capitolio de Estados Unidos hace dos años con la diferencia de que el Congreso brasileño no sesiona hasta febrero. La policía recuperó el control del Tribunal Supremo sobre las 17.00 (hora local) y más tarde del Congreso y el Palacio de Planalto, la sede de la Presidencia. Se han reportado al menos 150 detenidos. El presidente Lula, quien se encontraba en San Pablo decretó la intervención federal en Brasilia, lo que supone el control de la seguridad de la capital, y anunció que regresa a la capital.
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