Cuerpo y rostro escondido, caña de mimbre en la mano, la mujer avanza, levanta el brazo y golpea una y otra vez a la condenada arrodillada. Así es azotada por una oficial de Policía una joven, como castigo por estar muy cerca de un hombre, en Banda Aceh (Indonesia). Aceh, en el extremo norte de la isla de Sumatra, es la única región de Indonesia que aplica la ley islámica, la sharia. En esta provincia muy conservadora las autoridades imponen sus reglas: el velo es obligatorio para las mujeres, se castiga el adulterio y las relaciones sexuales fuera del matrimonio o con una persona del mismo sexo. Además, el consumo de alcohol y el juego están prohibidos, así como el cine, con el fin de evitar comportamientos «no islámicos». En caso de transgresión, son 10 golpes por un gesto de afecto en público, 40 por beber alcohol, más de 100 en caso de una relación homosexual. Y la moda es que sean mujeres las verdugas.
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