La foto del día

Una amplia variedad de animales es atraída cada noche en la selva tropical de Panamá por el suministro de néctar del ochroma, o árbol de madera balsa. Conocido en América Latina por las propiedades de su madera, la más ligera que existe (tiene una quinta parte de la densidad del agua), el ochroma atrae a mamíferos, aves, anfibios e insectos a través de un simple truco de sincronización. Florece al final de la temporada de lluvias, cuando los otros árboles ya no producen frutos. Como resultado, los animales no tienen más remedio que buscar su néctar. Pero un misterio perseguía a los científicos: ¿Por qué florece de noche? Por regla general, los árboles cronometran la apertura de sus flores para atraer a abejas y pájaros durante el día. Pero el ochroma apunta a dos mamíferos casi desconocidos: el kinkajou y el olingo, unos parientes lejanos del mapache, que son sus principales polinizadores y jamás bajan al suelo.