Los lugareños que viven en los sótanos de Pávlovka se aventuran a buscar suministros. Las batallas más feroces tienen lugar en esta región al este de Ucrania, donde algunos voluntarios se arriesgan a entregar pan bajo el fuego de cohetes y metrallas. El Ejército ruso continúa su ofensiva tras la toma de Pávlovka, a 4 kilómetros de Ugledar -objetivo de las tropas rusas desde hace meses-, en lo que ha sido su mayor éxito de los últimos tiempos. Según informó el Ministerio de Defensa de Rusia, “durante la toma de Pávlovka fueron aniquilados hasta 1.400 soldados enemigos, además de dos aviones Su-25, un helicóptero Mi-8, 12 tanques y más de medio centenar de vehículos militares”. Aunque los expertos militares animan a Kiev a aprovechar el repliegue ruso para lanzar una contraofensiva en el sur, el presidente Zelenski, dijo que no tomará “decisiones precipitadas que supongan un gran número de bajas”.