En Brazzaville, capital de la República del Congo y la más poblada del país, se utilizan redes para atrapar murciélagos frugívoros, alcanzando hasta 150 por día. En el mercado, los murciélagos se venden entre unos 2 y 4 dólares, y la demanda es muy alta. A los clientes se les dice que el “hombre blanco” inventó la historia de que los murciélagos causan enfermedades como el ébola para que la gente compre comida occidental. Pero tres de cada cuatro nuevas enfermedades son zoonóticas. ¿Qué está propiciando su frecuencia? La creciente presión que ejercemos sobre la naturaleza. Los brotes del ébola, el covid-19, el Sars y la viruela del mono se producen cuando los patógenos pasan de los animales salvajes a los humanos y pueden convertirse en pandemias letales. En el caso del coronavirus, la enfermedad existía en los murciélagos antes de alojarse en otro animal huésped y propagarse a los seres humanos.