Safari, una palabra swahili que es sinónimo de avistar animales, significa, en realidad, viaje. En África del Este el término también se utiliza en el sentido de “oportunidad”. Miles de turistas visitan en esta época del año el Parque Nacional Amboseli y la Reserva Masai Mara, en Kenia, y el Parque Nacional Serengueti, en Tanzania, para contemplar la Gran Migración. Más de 1 millón de cebras y ñus y otros herbívoros se desplazan por las llanuras en busca de pastos, bajo la atenta mirada de los depredadores. Se trata de un viaje épico que en algún sentido transcurre en varios planos a la vez: el que hacen los animales, el de los turistas, y el de los masai, el pueblo guerrero convertido por necesidad primero en pastores y luego en atractivo turístico. Este niño que posa con el Kilimanjaro de fondo tal vez sea aún más talentoso que Michael Jordan, nunca lo sabremos. El talento se distribuye por igual, las oportunidades no.