La función de las rayas que lucen las cebras ha suscitado un largo debate entre los zoólogos. Una hipótesis considera que éstas les servirían para confundirse con el entorno. Algunos expertos han planteado, en cambio, que se trata de una adaptación que les permitiría evitar las picaduras de ciertos insectos. Otra explicación con amplio consenso entre los científicos alude a la teoría de los sistemas emergentes. Las estructuras emergentes son patrones que surgen a través de las acciones colectivas de muchas entidades individuales, es decir, elementos autónomos conforman estructuras complejas que no existirían sino fuera por el aporte de cada elemento. Así, la ventaja evolutiva de las rayas de una cebra residiría en que, al combinarse con los otros ejemplares, a los depredadores les dificultaría individualizar una presa concreta. Esta foto de dos cebras tomada en Samburu, Kenia, parece apoyar esta idea.