Los tripulantes de un bote se refugian bajo los paraguas mientras dan un paseo a lo largo del río Cam, en Cambridge, uno de los lugares más calurosos de Inglaterra. Las temperaturas superaron este martes los 40°C por primera vez en el Reino Unido. Las olas de calor han estado presentes en los informes sobre el calentamiento global, pero en Europa no se han tomado medidas eficaces que contribuyan a paliar sus efectos. Algunas ciudades han dictado normas para que se introduzcan diseños en las viviendas que no sólo atrapen o mantengan el calor, como ha sido siempre, sino para que resistan las altas temperaturas. El profesor Mike Tipton, de la Universidad de Portsmouth, hizo una propuesta simple: “Roma sufría veranos terribles, entonces, los emperadores construyeron los Jardines de Tivoli en las afueras de la ciudad, llenos de árboles, agua y fuentes. La respuesta ha estado allí durante al menos 2.000 años”.