Al inicio de la pandemia, Rima Maroun, una fotógrafa libanesa que vive en Beirut, pasó dos meses confinada en un complejo, lejos de su casa. A medida que el mundo se paralizaba por la incertidumbre sintió la necesidad de conectarse a la tierra y comenzó a hacerse autorretratos desde arriba para documentar el paisaje y la desolación interior que la abrumaban. Entonces, en agosto de 2020 se produjo la explosión de Beirut. Un almacén con casi 3.000 toneladas de nitrato de amonio, un fertilizante químico que suele usarse para fabricar explosivos, explotó en el puerto matando a 217 personas e hiriendo a 7.000. Más de 300.000 personas fueron desplazadas por la destrucción que alcanzó un radio de 20km. Dos años después, la República Libanesa enfrenta el colapso de su economía, con una inflación del 200%. La serie “Mientras me mantengo firme”, de Maroun, refleja el fin de un sistema que supo ser floreciente.