La foto del día

Un trabajador cuelga de las vigas de la Torre Eiffel, de 300m de altura. Desde su construcción, la torre se ha pintado 19 veces, una vez cada siete años. El color de la torre se degrada de forma intencionada de más oscuro a más claro para acentuar el punto de fuga. Desde 1968 luce el «marrón Torre Eiffel» parecido al bronce, un color diseñado para ella y de uso exclusivo. Se degrada en tres tonalidades, de la más clara en la cima a la más oscura en la base, para garantizar una percepción uniforme del color sobre el cielo de París. Pero la torre ha cambiado varias veces de color, pasando del marrón-rojizo, en los años 50, al ocre-amarillento en 1899. El proceso requiere la intervención de 50 pintores, todos especialistas en trabajos de altura que utilizan 55km de cuerdas de seguridad. Demanda, además, unas 60 toneladas de pintura y un plazo que puede variar de 18 meses a tres años, dependiendo de las condiciones climáticas.