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El ex tenista Boris Becker llega con su pareja, Lilian de Carvalho Monteiro, al tribunal de la corona de Southwark, en Londres, para enfrentar la sentencia tras ser declarado culpable de cuatro cargos de bancarrota. La leyenda alemana del tenis recibió la sentencia por parte de un tribunal británico a dos años y medio de cárcel por cuatro delitos financieros vinculados a su quiebra en 2017. Becker transfirió 463.000 euros de su cuenta a otras, incluida las de dos de sus ex mujeres. No declaró su participación en una propiedad de 1.187.400 euros en su ciudad natal de Leimen (Alemania), además de ocultar un préstamo bancario de casi 831.000 euros, valorado en más de un millón con intereses. Y ocultó 75.000 acciones en una empresa de tecnología, valoradas en 78.000 euros. Becker lo hizo para no pagar sus deudas, que alcanzaban los 60 millones de euros, y tendrá que pasar desde ayer la mitad de su condena en prisión.