Esta imagen capturada por la fotógrafa Amber Bracken de vestidos rojos colgados en una carretera en Canadá, en recuerdo de 215 niños indígenas cuyos restos fueron localizados en tumbas sin marcar de una antigua residencia escolar en Kamloops, gestionada por la iglesia católica, ganó este jueves el World Press Photo a la Fotografía del Año. Kamloops fue uno de los 130 internados que funcionaron entre 1847 y 1996 en Canadá para la «integración» de los niños indígenas a la cultura blanca imperante en ese país en el siglo XVII. Se calcula que 150.000 niños fueron arrancados de sus hogares para ser llevados a estas escuelas, donde sufrieron abusos físicos, emocionales y sexuales. Unos 6.000 niños murieron en el proceso de “asimilación cultural”, de los cuales 4.100 han sido identificados. Pero el reciente hallazgo de tumbas con niñas y niños NN hace temer que la realidad haya sido mucho más terrible.