El fotógrafo Pete Muller nació en un linaje de artistas visuales. Su padre, Leon Kelly, fue uno de los pioneros de la pintura surrealista de EE.UU. y su madre, una reconocida reportera gráfica. Su primer trabajo fue ayudar a su madre en el cuarto oscuro. Después de estudiar historia se decantó por el periodismo para saciar su curiosidad. Cautivado por los temas del nacionalismo, la masculinidad y la violencia, el galardonado fotógrafo ha pasado la última década cubriendo zonas de conflicto para publicaciones de renombre. Tras mudarse a Kenia, inició un recorrido por África para registrar la interminable militarización del continente y sus catastróficas consecuencias. El fotoperiodismo sintetiza su interés tanto en la condición humana como en las artes visuales, como lo refleja esta imagen de una iglesia en la República Democrática del Congo, en la que viudas y esposas de soldados asisten a una misa un domingo por la mañana.
