Los bailarines tradicionales dan la bienvenida a los primeros turistas que llegan a Fiji después de que el país abriera sus fronteras tras 600 días de aislamiento forzado por la pandemia que arrasó el mundo y devastó la economía del país, dependiente del turismo. Famosas por sus idílicas playas de arena blanca y la actitud relajada y acogedora de los lugareños, las 300 islas de Fiji comenzaron este miércoles a recibir a los viajeros internacionales, repatriados y fijianos que visitan a familiares y amigos a pesar de la amenaza que representa la variante Ómicron del coronavirus recién detectada. La nación del Pacífico sufre una de las mayores crisis socioeconómica de su historia por su dependencia de los dólares del turismo, lo que llevó al gobierno a ofrecer herramientas y dinero en efectivo a miles de desocupados para que se conviertan en agricultores.