Carcazas de bombas sirven de pilares a una casa rural de Laos. Mientras los ojos del mundo estaban fijos en la guerra de Vietnam, la CIA bombardeó en secreto al pequeño país del sudeste asiático para interrumpir las rutas de suministro de su vecino Vietnam del Norte. Los ataques sucedieron entre 1963 y 1972 pero sus consecuencias permanecen. En total se lanzaron más de 250 millones de bombas, lo que convirtió a Laos en el país más bombardeado de la Tierra: cayeron sobre su territorio más bombas de las que se lanzaron durante toda la Segunda Guerra Mundial. Y esto pese a que Laos y Estados Unidos ni siquiera estaban en guerra. Hoy, esas bombas matan en promedio una persona por día, en su mayoría niños. Muchos agricultores temen arar sus campos y los pobres intentan recolectarlas para venderlas como chatarra, pero muchos terminan muertos en el proceso. Se estima que pasarán otros 150 años antes de que Laos sea despejada de los 80 millones de bombas que quedan sin detonar.