En Surinam, el pasatiempo más popular es una competencia de la que participan hombres que se unen en un combate pacífico para ver quién tiene el pájaro que mejor canta. Mientras los dueños se colocan detrás de sus mascotas, los diminutos pájaros enjaulados son realmente la estrella de estos concursos. Después de la independencia de Surinam en 1975, la “batalla de pájaros” llegó a los Países Bajos y Estados Unidos donde se celebran los domingos por la mañana en plazas y parques. Los participantes colocan dos jaulas que contienen cada una un pinzón macho, cuyas feroces llamadas son provocadas por un deseo instintivo de cortejar a las hembras y defender su territorio. Los pájaros son juzgados por la cantidad de canciones que cantan. El primero en llegar a 50 gana y sus dueños obtienen trofeos, premios en efectivo y prestigio. Un pinzón campeón puede valer tanto como un automóvil y son símbolos de status.
