Un joven jurel se refugia en el interior de una medusa, en las costas de Indonesia. Las crías de estos peces son inmunes a las células urticantes de las medusas, por lo que pasan la primera fase de sus vidas al amparo de sus umbrelas, que los protegen mientras se alimentan de los restos de las presas que caen en sus tentáculos. De adultos, los jureles se las arreglan por su cuenta ya que además de la espina venenosa que corona su aleta dorsal, nadan en grandes bancos a profundidades de hasta 500 metros, lejos del alcance de depredadores. Excepto del hombre: el jurel es uno de los pescados azules más consumidos en el mundo. La fotografía tomada por el francés Galice Hoarau, profesor de ecología molecular de la Universidad de Nord (Noruega) obtuvo el Primer Premio de la Categoría “Cartera Colectiva”, destinada a personas con un probado “compromiso con la conservación de los océanos”, en el Ocean Photography Awards 2021.
