El Tributo de Luz volvió a brillar una vez más en Manhattan como un monumento a las víctimas de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. El sábado se cumplieron 20 años desde el día del ataque que derribó a las torres del World Trade Center, dando inicio a una sangrienta invasión de EE.UU a Afganistán y una guerra que se prolongó a lo largo de dos décadas. El tributo de luz se presentó por primera vez seis meses después del 11 de septiembre y desde entonces se enciende en cada aniversario de los atentados, desde el anochecer hasta el amanecer. Los haces paralelos alcanzan 6,5Km de altura y se pueden apreciar desde un radio de 96km. Están compuestos por 88 bombillas de xenón de 7.000 vatios colocadas en dos cuadrados de 14 metros, haciéndose eco de la forma y orientación de las Torres Gemelas.
