Con sus abrigos sedosos, ojos grandes y oscuros y sus sonrisas perpetuas, las focas leopardo pueden lucir muy tiernas descansando en los témpanos de la Antártida. Sin embargo, los pingüinos tienen una perspectiva diferente sobre estos poderosos depredadores. Con hasta 600 kilos de peso, y poderosas mandíbulas de dientes afilados, las focas leopardo son capaces de atrapar y someter una amplia gama de presas: peces, pulpos, cangrejos, otras focas y pingüinos, que constituyen una cuarta parte de su dieta.