El Papa Francisco saluda a los visitantes durante su audiencia semanal con el público en el patio de San Dámaso, mientras su esclavina se abre por el viento. Los trajes papales son confeccionados por la sastrería de Annibale Gammanelli, un astrónomo romano que recibió ese encargo en 1786. Desde entonces su familia ha utilizado los mismos géneros y códigos para vestir a los papas. Aunque Francisco ha roto con muchas tradiciones, sigue usando la sotana de algodón blanco con 33 botones, uno por cada año de vida de Jesús, y la esclavina de seda que cubre sus hombros, símbolo de la autoridad política sobre el Vaticano.