Después de 5 años de reconstrucción, la medieval catedral de Notre Dame abrirá sus puertas el próximo sábado. El presidente Emmanuel Macron la recorrió el viernes último y se mostró orgulloso. Pero los parisinos no olvidan que el año pasado anunció que las ventanas de seis de las siete capillas del pasillo sur serían removidas y reemplazadas por “vidrieras contemporáneas”. De inmediato, más de 120.000 personas firmaron una petición para que se conservaran las originales. Las vidrieras diseñadas por el arquitecto Eugéne Viollet-le-Duc fueron creadas como un todo coherente, fiel a los orígenes góticos del edificio que comenzó a erigirse en el siglo XII y duró 200 años. Tras una vehemente oposición pública, Macron también abandonó la idea de reemplazar la torre de 96 metros de altura con una aguja “más creativa”. La instalada ahora parece idéntica a la destruida por el incendio del 15 de abril de 2019.