Esta imagen crea un mosaico a partir de los 403 trozos de plástico encontrados en el interior del tracto digestivo de una pardela de patas rosas (Ardenna creatopus) un ave marina propia del océano Pacífico y que anida únicamente en las isla Juan Fernández (isla Robison Crusoe), isla Santa Clara e isla Moscha, frente a las costas de Chile. Sin embargo, desde 1981 han ido apareciendo ejemplares solitarios en el Mar Argentino, especialmente en las costas de Chubut. El fotógrafo australiano Justin Gilligan ha estado documentando durante varios años el trabajo de un equipo de biólogos que estudian el impacto de la contaminación plástica en los ecosistemas marinos. Los estudios descubrieron que tres cuartas partes de las pardelas adultas y el 100% de los polluelos, contenían plástico. Una dieta mortal que ha puesto en peligro a estas aves migratorias, más pequeñas que las gaviotas, que suelen vivir hasta los 50 años.