Una vista aérea del estadio Beira-Rio del Internacional en Porto Alegre. Las inundaciones causadas por las precipitaciones y el desbordamiento de ríos en el sur de Brasil han dejado un nivel de devastación sin precedentes que ya ha cobrado al menos 100 muertos, mientras que más 130 personas continúan desaparecidas. Según las autoridades, se trata del peor desastre natural de la historia del estado de Rio Grande do Sul. La capital del estado, Porto Alegre, continúa recibiendo precipitaciones que han dejado parte de la ciudad a oscuras y sin agua. Las fuerzas armadas desplegaron una operación a gran escala para ayudar a las víctimas, pero los aguaceros interrumpen las operaciones de rescate de las personas que han quedado varadas. Se estima que unas 155.000 personas han perdido sus hogares y ciudades enteras tendrán que cambiar de ubicación, porque las variaciones climáticas extremas han llegado para quedarse.