Estudiantes aterrorizados se acurrucan en una cornisa de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Carolina, en Praga, mientras intentan esconderse de un pistolero que perpetró la peor masacre de la historia de la República Checa. El jueves por la tarde un estudiante de Historia de 24 años se apersonó en la facultad con una maleta llena de armas de alta precisión y municiones. El agresor mató a 14 personas e hirió a otras 25, antes de suicidarse cuando era perseguido por la policía. Las autoridades creen que el atacante está relacionado con la muerte a tiros el pasado 15 de diciembre de un hombre y su bebé de dos meses, ocurrida en un bosque de Klanovicky, a 40 minutos de Praga, y con el asesinato de su propio padre, que fue encontrado muerto en su casa de Kladensko. La mayoría de las víctimas eran mujeres. Hasta el momento no hay indicios de que el asesino perteneciera a algún grupo extremista.
