Miembros del Equipo de Patrimonio Cultural de la policía italiana posa junto a una pintura de Sandro Boticelli, perdida durante más de 50 años después de desaparecer de los registros de arte del Estado y que fu recuperada de una casa familiar cerca de Nápoles. La obra era una de las más queridas de Botticelli porque la Virgen que representa fue inspirada por Simonetta Cattaneo Vespucci, la musa del artista y, algunos dicen, amante, que murió a la edad de 23 años. El artista donó el cuadro al Papa Sixto IV, quien en aquel momento andaba escaso de dinero y a su vez lo entregó a una iglesia para ganarse el favor de la familia Medici, que había adquirido propiedades en la campiña napolitana para cultivar viñedos. Los expertos estiman que su valor es de 110 millones de dólares, pese a que se encontró en mal estado, con numerosas abrasiones y alteraciones cromáticas provocadas por la oxidación de los barnices.
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