Una mujer intenta retirar una barricada policial durante una manifestación contra la minería del cobre en Panamá. La protesta contra un nuevo contrato de la canadiense First Quantum Minerals, que opera la mina de cobre a cielo abierto más grande de Centroamérica, convocó a estudiantes, sindicatos y miembros de la sociedad civil en un clima tenso que terminó con varios heridos leves. La mina de cobre comenzó a exportar en junio de 2019 y tiene una inversión de alrededor de 10.000 millones de dólares, además de 5.279 trabajadores directos y cerca de 40.000 indirectos. Pero ahora se negocia una concesión por 20 años prorrogables de 4.000 hectáreas en un área protegida. Los panameños se dividen entre quienes apoyan el proyecto, que promete ingresos mínimos anuales de 375 millones de dólares al fisco, y quienes exigen la suspensión del contrato hasta que la ciudadanía sea debidamente consultada.









