Por: Matías Dalmazzo
Con la llegada al país del segundo cargamento de vacunas rusas, continúa a paso firme la vacunación optativa contra el coronavirus para personal sanitario. Los profesionales del área que accedieron a su aplicación en el hospital Urquiza, mayormente coinciden en interpretar esto como un pequeño alivio, que les brinda mayor seguridad a la hora de trabajar en el frente de batalla.
Debido a esto, la redacción de La Calle tomó contacto con Matías Díaz y Agustín Arocena, enfermeros de Terapia Intensiva y de la Guardia respectivamente.
Matías Díaz, enfermero
¿Cómo fue trabajar en el hospital Urquiza durante 2020?
Comenzamos el 2020 al igual que lo hacemos todos los años, con una Terapia Intensiva dentro de todo vacía, veníamos con pocas camas ocupadas y sólo algunos pacientes. Siempre en navidad o año nuevo, si los pacientes lo toleran tratamos de que puedan ir a la sala para estar con sus familiares. Debido a que la terapia no es a puertas abiertas y que tenemos un horario estipulado de visita (una hora de mañana y otra de tarde), tratamos de que los internados tengan algún contacto con sus seres queridos. Así suelen arrancar los años, casi siempre con la Terapia Intensiva lo más vacía posible, pero este año fue muy atípico.
¿Por qué?
El trabajo en el hospital, debido a este contexto, fue mutando y para mal. A nosotros nos explotó esta bomba entre julio y agosto de 2020, ya que hasta ese momento teníamos conciencia de los pacientes infectados con covid que había, pero no requerían terapia. Sabíamos de pacientes que llegaban a la guardia y que desde allí se los enviaba a sus domicilios, para que hagan la cuarentena y transcurran la enfermedad, ya que no requerían de internación. Por otro lado había algunos infectados en la Sala General, que sí requerían oxígeno o algún cuidado intermedio, sin llegar a requerir una terapia. Pero, de un momento a otro, empezamos a tener uno, dos, tres y cada vez más pacientes; hasta llegar a un punto donde la terapia estaba repleta sólo de personas infectadas con covid.
¿Qué te sorprendió de esos primeros días que la Terapia Intensiva estaba llena de pacientes?
Por ahí fallecía una persona por el virus y a la hora o al día siguiente entraba otro; o recuperábamos a un paciente, lo sacábamos de la terapia y enseguida teníamos uno nuevo. Así, llegamos a navidad y año nuevo de 2020 con la sala completa y seis camas ocupadas solamente con infectados de covid. Estos pacientes suelen conllevar unos 30 días de internación, no son recuperables tan rápido o de forma más progresiva como pueden ser otros tipos de internados por otras enfermedades o situaciones, que no requieren más de una semana o quince días de permanecer en el lugar. Estos pacientes de coronavirus te llevan por lo menos un mes de internación en Terapia Intensiva. Fue un año difícil, complicado y por ahí frustrante para nosotros; ya que la mayoría de los pacientes que pasaron por nuestra terapia han fallecido, a pesar de todo lo que hicimos dentro de nuestras posibilidades.
¿Cómo fue recibida entre los trabajadores del hospital la llegada de la vacuna? ¿Hubo total aceptación?
Fue una excelente noticia, me pude vacunar y creo que es un grano de esperanza para poder seguir combatiendo esta enfermedad. Si bien esto no se va a terminar con la vacuna, nos ayuda al personal de salud a trabajar de forma eficiente, sin el riesgo de enfermarnos. Somos un cuerpo de personal acotado y enfermarse de coronavirus implicaba aislarse, generando así una exigencia extra a los compañeros que no se infectaban y que debían seguir trabajando. Personal que se enferma debe quedarse en la casa y esto lleva a la recarga de horas por parte del resto de los compañeros, con todo lo que conlleva esta situación: cansancio, estrés y demás. Vuelvo a lo mismo, si bien la vacuna no termina con la enfermedad, nos permite trabajar con más tranquilidad, sabiendo que no nos vamos a volver a infectar y así podremos continuar cuidando a los pacientes de covid.
¿Tuviste algún efecto adverso tras la colocación de la misma?
Dolor en el brazo donde me la aplicaron y un poco de dolor muscular general, pero no más que eso. Estos efectos adversos desaparecían con el ingesta de paracetamol y no duraron más de un día o día y medio. Si lees un poco al respecto; toda medicación, vacuna o tratamiento tiene efectos adversos. Si tenes temor a eso, no te administrarías nada. Me apliqué la vacuna sin miedo alguno.
¿Por qué crees que existe cierta desconfianza al uso de la vacuna?
Algunos le tienen rechazo por el miedo habitual a lo desconocido. Cuando arrancó el coronavirus todos le tenían temor ya que era algo nuevo y sin mayor información al respecto. Por otro lado, están los que se oponen a esta vacuna solamente por cuestiones políticas. Muchos creen que los van a perjudicar, al estar gobernados por un partido político con el cual no comulgan o por la ideología del país de origen de la vacuna. Este es un pensamiento medio loco, ya que no creo que nadie fabrique una vacuna con la sola intención de perjudicar a la humanidad. Las vacunas están hechas para ayudar, sea el país que sea. Yo no soy kirchnerista y me pareció un logro de este gobierno haber traído la vacuna, ya sea la rusa o cualquier otra que llegue más adelante. Es una herramienta que le permite a la sociedad combatir este virus que tiene una una mortalidad muy alta.
¿Sentís que se respeta al trabajador de salud en este contexto?
No me gusta hablar, pero quiero contar que soy testigo y partícipe del trabajo que realiza el personal de salud día a día; que es agotador y agobiante, pero al mismo tiempo es gratificante ver a un paciente salir de esta enfermedad. Por ahí la población y el gobierno no destacan nuestro trabajo como debería hacerlo. Falta un poco de énfasis por parte de los funcionarios a la hora de agradecer el trabajo que realizamos; más allá de que nosotros estudiamos para esto y a esto nos dedicamos. Bien o mal pagos, nosotros vamos a ayudar a la gente de todas maneras. Nos esforzamos día adía para que el paciente salga adelante y se pueda ir a la casa. Que un paciente salga con vida de Terapia Intensiva, es lo más gratificante para todo el plantel de profesionales.
Agustín Arocena, enfermero
¿Cómo fue mutando el ámbito de trabajo con la presencia de cada vez más casos positivos de covid?
Me desempeño en la guardia del hospital, donde pude percibir grandes cambios desde los primeros instantes de la pandemia hasta hoy. Antes de la pandemia la guardia estaba acostumbrada a recibir entre 400 y 600 atenciones al día, lo que se redujo a unas 80 o 50 consultas por jornada. Cuando empezaron a aparecer los primeros casos, hubo miedo e incertidumbre, debido a que estábamos luchando contra algo desconocido. Actualmente usamos elementos de protección extra durante toda la jornada laboral: camisolín, cofia, mascarilla, barbijos y otros componentes. Durante las últimas semanas, a diario tenemos a unas 200 o 300 atenciones que en su mayoría son sospecha o pacientes positivos de covid. Existe una preocupación por nuestro sistema de salud que evidencia falencias; debido a la cantidad de casos positivos por día (en promedio unos 40 o 50) y la falta de camas, algo que genera mucha incertidumbre.
¿Cómo fue recibida la llegada de la vacuna entre los trabajadores del hospital?
Con el arribo de las primeras vacunas se pudieron observar dos posturas. Por un lado hay: alegría, emoción y esperanza de que esto pueda llegar a ser el principio del fin de esta lucha que lleva meses. Además están aquellos que evidencian: rechazo, indiferencia y desconfianza; principalmente por ser una vacuna experimental en fase tres. Hubo grandes diferencias en distintos sectores del hospital.
¿Cuándo te aplicaron la vacuna? ¿Tuviste algún efecto adverso tras la colocación?
Me aplicaron la vacuna el 4 de enero de mañana y presenté algunos síntomas el mismo día durante la tarde: fiebre, un poco de decaimiento y un algo de cefalea. De todas formas estuve tomando paracetamol desde antes de aplicarme la vacuna, a la espera de estos síntomas que se repitieron en la mayoría del personal vacunado.
¿Te pasó de tener algún familiar o amigo que te cuestione por haberte aplicado la vacuna?
Así como existen dos posturas con respecto a esta vacuna dentro del ámbito de salud, ocurre lo mismo dentro de la sociedad. En lo personal, me tocó vivir rechazo y aprobación por parte de familiares y amigos con respecto a mi decisión de vacunarme. Los comentarios negativos que me hicieron están fundados por el origen de producción de la vacuna o por la cantidad de noticias falsas que están circulando por todos los medios posibles, principalmente en internet. Mis allegados que me transmitieron apoyo, se basan principalmente en la esperanza de conseguir una salida a esta situación que estamos viviendo.
¿Cuáles son tus sensaciones internas para lo que viene?
Sigo creyendo que esto puede ser el principio del fin. Pese a que estamos al borde del colapso del sistema de salud y que el personal está muy agotado; sigo teniendo esperanzas de que todo pueda mejorar y apostando a que la gente se pueda concientizar, para así convivir con el virus. Me mantengo en la postura de que hay una pequeña luz al final de todo esto que nos toca vivir.