Con un escrito alusivo, el Centro Cultural Urquiza se suma al aniversario de la histórica casa educativa.
* Por las profesoras Luisa Baggio y María Angélica G. de Marcó, del Centro Cultural Justo José de Urquiza.
El 148° aniversario de la creación de la primera Escuela Normal de Maestros y Profesores de Concepción del Uruguay sigue representando la voluntad irreductible de Justo José de Urquiza y Domingo Faustino Sarmiento por conferir a la mujer un nuevo protagonismo en la organización de un Estado democrático y republicano.
Ambos hombres vieron en el rol de la mujer la influencia decisiva sobre las nuevas doctrinas de la sociedad. La mejor intérprete de este destino fue Clementina Comte de Alió, primera rectora de nuestra Escuela Normal.
Traemos a colación estos nombres Urquiza, Sarmiento, Clementina C. de Alió por varias razones. Tanto el primero como el segundo reconocieron en la mujer un protagonismo central en el hogar y en la sociedad. Urquiza, desde la creación de la Escuela San Justo y Pastor para mujeres, y Sarmiento, desde el momento que concibió la educación normal en la figura femenina. Podríamos afirmar que a través del normalismo surgieron las mujeres que dieron lugar a la primera ola del feminismo argentino de finales del siglo XIX.
Recorriendo tratados e investigaciones sobre la educación en la Argentina a lo largo del siglo pasado y el actual, no hay referencias sobre la vida de Clementina, su desempeño normalista, la calidad de sus propuestas pedagógicas. Solo historiadores entrerrianos y, particularmente, investigadores de nuestra ciudad y región hablan sobre sus virtudes de educadora.
En esta ocasión, queremos resaltar que Clementina C. de Alió participó –única con voz y voto- junto con otras tres educadoras en el Congreso Pedagógico Internacional de 1882 en el cual se sentaron las bases de la Ley de Educación 1420. Promotora del rol de la mujer en la sociedad moderna y en la familia, fue una oradora apasionada, contundente y precisa.
En la décima novena sesión del Congreso, Clementina C. de Alió abogó por el proyecto de educación mixta, pero, además, pidió se agregara al mencionado proyecto un artículo adicional sobre “La educación de la Mujer”. Y reclama que se someta por el Congreso, a los Altos Poderes Públicos:
“la conveniencia de utilizar a las mujeres en los trabajos que puedan desempeñar, confiándoles desde luego, y como ejemplo, los puestos que le son adecuados en las administraciones de Correos, Telégrafos, F. C., etc. como ya se hace en otros países que nos sirven de modelo…”
La Escuela Normal de Maestras creó en tiempos de Clementina la “Asociación Pedagógica” dedicada exclusivamente al perfeccionamiento de la práctica del magisterio y decidió el dictado de clases nocturnas a todo aquel que decidiere recibir los estudios primarios. Por esta razón este establecimiento se convirtió en un polo pedagógico encabezado, desde sus inicios, por una mujer convencida de la urgencia de transformar la realidad ciudadana.
Durante los primeros 27 años de la Escuela Normal de Preceptoras, Clementina C. de Alió fue su líder y mentora. Sin embargo, escasos espacios recuerdan el valor innovador y democrático de aquel citado polo pedagógico.
No obstante, el trabajo integrado, colaborativo, entre la Escuela Normal y el Colegio Nacional en aquel tiempo, fue percibido por la mirada extranjera la que especialmente reconoció el valor y fortaleza de estos dos centros de alta docencia e hicieron que la ciudad de Concepción del Uruguay, mereciera ser llamada “Salamanca argentina” o “La Atenas del Plata”.